5 preguntas con… José Luis Molinuevo

5 preguntas con… José Luis Molinuevo

José Luis Molinuevo, catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad de Salamanca, utiliza su blog para lanzar imágenes y preguntarse sobre ellas. El cruce permanente de orígenes y el pensamiento «en directo» definen la selección y presentación de contenidos.

1: En Pensamiento en imágenes mezclas fotogramas de películas, críticas a libros y vídeos en una estructura temporal de nuevo a antiguo, mediante el funcionamiento habitual de un blog. ¿Sigue el pensamiento en imágenes la lógica secuencial del cine?

molinuevoJosé Luis Molinuevo: Para mí el blog es un espacio de libertad, es decir, de experiencia y de experimentación. Como bitácora es el espacio de los días cambiantes sin una secuencialidad pero dentro de un ámbito de intereses. Un blog es un regalo especial en este tiempo afortunadamente tan corriente que nos ha tocado vivir, algo muy normal pero también extraordinario. Pero ello quiere decir que solo me interesa lo digital en cuanto es físico, no la vida en la red. Al escribir me gusta palpar lo digital como parte de una realidad integrada. En este sentido siempre trabajo con imágenes ya que, como seres imaginarios, no podemos hacerlo de otra manera siendo indiferente el soporte. De ahí que provengan de varios ámbitos, últimamente mucho de teleseries, más que de cine, pero siempre intentando mostrar, presentar, una experiencia. Un blog para mi es la posibilidad del paso de la hermenéutica a la experimentación. Soy un recolector de imágenes porque pienso que, como las ideas, siempre son mejores las de los demás. Solo hay que saber elegir.

2: Ofreces fragmentos de tus libros para su consulta libre. También eBooks con descarga gratuita entera. ¿Qué tipo de sinergias obtienes de los lectores con ambas opciones? ¿Que algo se publique en eBook modifica tu relación con la escritura?

JLM: Por formación soy un ilustrado que ha tenido la suerte de no volverse postmoderno. Internet significa la gran posibilidad de descargar la cultura para los demás, de lo que solo es un medio a regular la cultura de la descarga. Corren malos tiempos para el ensayo de pensamiento en las editoriales clásicas pero la autoedición digital es una posibilidad sin peajes innecesarios. A través de ella gano devolviendo lo mucho que he recibido y me divierto todavía más experimentando. La relación con los lectores gana en inmediatez sin los intermediarios y ha transformado radicalmente el método de escritura. Soy incapaz de leer un libro sobre imágenes donde no haya ninguna y lo mismo sucede con la escritura. Si pienso en imágenes ¿Cómo voy a expresarme sin ellas?

3: En los últimos años hemos visto como la velocidad de acción en la red aumentaba. Los contenidos cada vez tienen menos tiempo para su visualización, el tipo de consumo está cada vez más predefinido. ¿Es necesaria una cultura de la limitación?

JLM: En este sentido el blog es una posibilidad limitada: crónica de los días pero también repositorio. Permite almacenar cosas que desaparecerían más rápidamente en las formas clásicas de edición. Por otra parte, y aunque resulte paradójico, creo que hoy hay muy pocas imágenes, aunque muchas de lo mismo, que todavía amplias zonas de lo visible quedan en penumbra, mientras se practica el onanismo de la autoficción o el arte mira para otro lado haciendo visible lo invisible. Para que nuestra cultura no sea efímera necesitamos una cultura de lo efímero, lo que exige tanta humildad intelectual como responsabilidad estética.

4: En algunos casos dejas que las imágenes manden, pienso por ejemplo en tu entrada sobre Walter de Maria. En otros es el texto quien acompaña al lector. ¿Es la «materia base» la que te lleva a trabajar con ella de un modo o de otro?

JLM: Así es. Como me dedico a la estética (una sensibilidad que reflexiona) siempre parto de algo hallado, nunca o casi nunca de preguntas. No pregunto, elijo, y pido lo que falta, en vez de cuestionarme sobre lo que se me ofrece. Siempre hay alguien que ha encontrado algo antes que yo. No se trata de “apropiacionismo”, que es la cultura del rincón del vago, sino de respeto contextualizador al trabajo de los demás en una suma de esfuerzos culturales. Me horroriza descubrir mediterráneos cuando todos juntos podemos ir a la Antártida. Es la materia, no el soporte, lo que importa, y yo trabajo cómodamente con textos pictóricos en cualquiera de los formatos siempre que no sean simbólicos, es decir, que no se “lean”, que se tenga una experiencia poliestética de ellos.

5: Si pensamos que el cine define modos para relacionarse con la realidad, ¿qué papel juega el arte contemporáneo en un contexto de dominio visual como el nuestro?

JLM: Creo que hay que devolver el arte a los artistas para que vuelva el arte ciudadano sin los intermediarios que lo parasitan. Si percibimos con el cerebro y no con los ojos la denominación de “visual” para las artes es incorrecta; si ampliamos de “el” arte a “las” artes estas tienen por delante el gran reto de generar experiencias poliestéticas para educar la sensibilidad contemporánea. En ese sentido serían recomendables menos inútiles exposiciones y más talleres de artista que, recreando, nos educaran, nos emanciparan de una vez por todas del espectador. Pero si, de todas formas, queremos seguir manteniendo la palabra yo diría que el papel del arte contemporáneo es hacer visible lo visible. Eso es arte ciudadano. Y para ello no hacen falta tantos medios y, desde luego, menos museos de arte contemporáneo vacíos.

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